Inspirada en la enigmática belleza de la Ipomoea purpurea y su vínculo con la naturaleza, esta serie de fotografías conceptuales celebra la unión entre lo humano y lo orgánico. En cada sesión, los modelos vivos se convierten en lienzos donde la vegetación viva y muerta cobra vida, envolviendo y complementando sus cuerpos. La serie refleja la interacción entre la fragilidad de la porcelana y la energía natural, combinando el arte del maquillaje, la bisutería personalizada y la edición fotográfica para transformar la piel en una superficie pulida y etérea, como si se tratara de una estatua viviente.
En estas imágenes se buscó representar cuerpos naturales, explorando la relación entre el ser humano y el mundo natural desde una perspectiva auténtica y honesta. Cada elemento -ramas, flores y hojas secas- invita a reflexionar sobre el ciclo de vida y la conexión entre humanidad y naturaleza.
Agradecimientos Especiales
Este proyecto no sería posible sin la dedicación de los modelos vivos que participaron de forma voluntaria y aportaron su sensibilidad y entrega en cada sesión. Agradezco profundamente a Franco Bahía, Fernanda Pérez, Sebastián Blangero y Nicolás Policano, quienes dieron forma y alma a esta visión artística.
Modelo vivo Fernanda Pérez
Modelo vivo Franco Bahia
Modelo vivo Sebastián Blangero
Modelo vivo Nicolas Policano